INFORMACIÓN

QUÉ ES EL CAMBIO CLIMÁTICO

El clima de la Tierra nunca ha sido estático, pero en la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre los recursos básicos del planeta como sobre los sistemas socioeconómicos.
Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Es debido a causas naturales y también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. El término "efecto de invernadero" se refiere es la retención del calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en la atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío.  Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son liberados por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles.  El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones.
En la actualidad existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales
Para afrontar un fenómeno tan diverso y complejo como el del cambio climático es indispensable la colaboración de los diversos actores sociales, administraciones, empresas, organizaciones, y ciudadanos con el fin de avanzar en la búsqueda de soluciones, tanto desde el punto de vista de la  mitigación como desde el ámbito de la adaptación a las causas y efectos del cambio climático. Ministerio de Medio Ambiente


JUSTIFICACIÓN Y OBJETIVOS DEL PROYECTO “TERRITORIOS RURALES COMPROMETIDOS EN LA LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO”

La Unión Europea, en su objetivo prioritario de lucha contra el cambio climático, decidió en 2007 dar un paso más allá del compromiso adquirido con la firma y ratificación por el Protocolo de Kioto, fijándose, en el Paquete Verde, como objetivo, el conocido 20-20-20. Se trata de  recortar sus emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) al menos en un 20% con respecto a los niveles de 1990 (un 30%, si se concluyera un acuerdo internacional), mejorar la eficiencia energética en un 20%, y elevar hasta un 20% de media la proporción de las energías renovables sobre el consumo energético total. La Comisión Europea  ha elaborado la «Hoja de Ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050», que describe la manera más barata y eficaz para alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de GEI en un 80-95 % respecto a los niveles de 1990 para 2050. 

El objetivo 20-20-20 ha tenido reflejo además en la reciente normativa aprobada por la Unión Europea, el llamado “paquete verde” relativa tanto a los sectores directiva, los incluidos en el comercio europeo de derechos de emisión (Directiva 2009/29, de 23 de abril) como en los conocidos sectores difusos, responsables de gran parte de las emisiones de GEI (Decisión 406/2009 de 23 de abril), así como en otra normativa sobre emisiones de vehículos, biocarburantes, etc.

España lleva, especialmente, desde principios de los años 2000 y en el marco de sus compromisos asumidos tanto en sede internacional como europea, contribuyendo a la reducción de las emisiones de GEI, ya sean los procedentes del sector Directiva como de los sectores difusos (agricultura, ganadería, transporte, residuos, edificación, etc.). No obstante, si bien en el sector directiva el logro de la reducción de emisiones de GEI se consolida a través del mercado de derechos de emisión, no ocurre lo mismo con los otros sectores  en los que es necesario aunar esfuerzos.

Asimismo, cabe mencionar dos textos básicos en materia de ahorro y eficiencia energética. De un lado, la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible que recoge disposiciones relativas a distintos ámbitos de la sostenibilidad ambiental, tales como la reducción de emisiones, el transporte y la movilidad sostenible y, en especial por su importancia en el modelo económico español, la rehabilitación y la vivienda; de otro, la Comisión Europea aprobó  el nuevo Plan de Eficiencia Energética que, entre otras medidas,  propone que el consumo de energía en los edificios públicos se reduzca como mínimo un 3% al año y se incluya un requisito de eficacia energética en todos los bienes y servicios que adquieren las administraciones, que las  empresas recorten el consumo de energía en los edificios comerciales, que la generación de electricidad y calor alcance mayores niveles de eficacia, que las grandes empresas apliquen medidas de auditoría y gestión energética  y que se instalen redes y contadores inteligentes que permitan a los usuarios reducir el consumo de energía y calcular las cantidades ahorradas.

En el marco anterior los territorios rurales pueden contribuir notablemente, por un lado, a la lucha contra el climático en los sectores difusos y, por otro, a reorientar el empleo. A ello se suma su papel en la sensibilización sobre los efectos ambientales de este fenómeno y su capacidad para ser un cauce adecuado de participación vecinal.

La prioridad del proyecto es doble: sostenibilidad y lucha contra el cambio climático. Se trata de convertir a los territorios rurales en referentes, en modelos de pueblos sostenibles, ecológicos, participativos que empoderen y eduquen a sus vecinos con el objetivo de alcanzar mejoras en aspectos estratégicos tales como el ahorro y la eficiencia energética, la calidad del aire, en definitiva la calidad de vida de los residentes. Los habitantes de los territorios pueden contribuir notablemente al logro de los objetivos fijados por los gobiernos con pequeñas prácticas medioambientales, tales como reciclar, disminuir el consumo de agua o incentivar el ahorro de energía. Las acciones que se proponen están dentro de las líneas estratégicas de lucha contra el cambio climático identificadas por la Comisión Delegada del Gobierno para el Cambio Climático y se dirigen a las denominadas fuentes difusas (residencial, comercial, institucional, transporte, gestión de residuos, etc.), que representa en España el 50% de las emisiones GEI. La reducción de estas emisiones requiere una gran implicación de Administraciones Públicas, sector privado y de los vecinos

Los Grupos de Desarrollo Rural quieren sumarse a los esfuerzos que se están llevando a cabo en la lucha contra el cambio climático, partiendo del trabajo que se está realizando especialmente a nivel municipal (Agenda 21, Pacto de los Alcaldes, Red Española de Ciudades Por Clima) desde el convencimiento de que son las organizaciones, que sin ser administración, están más cerca de los vecinos, de manera que deben ponerse en marcha para tomar y establecer medidas, para formar y sensibilizar, favoreciendo las herramientas que  hagan posible y deseable el camino hacia una sociedad y una economía baja en carbono.